Mallorca está llena de lugares que hay que ver, al menos, una vez en la vida. La imponente Catedral de Palma, frente al mar, las increíbles Cuevas del Drach, donde la música suena bajo tierra, o las vistas panorámicas del Castell de Bellver. Súbete al tren de Sóller, un viaje vintage entre paisajes de postal y visita los faros, las fortalezas y los miradores que te dejarán sin palabras.

Mallorca es una isla conocida por sus pintorescas calas de aguas cristalinas y suaves arenas blancas, como Cala San Vicente, Cala Varques o Cala Agulla. Además, con el caer del sol, el cielo de Mallorca se ilumina de intensos tonos rosas y naranjas que harán que no puedas dejar de mirar.

Gracias a la diversidad de ciudades y pueblos que se encuentran en Mallorca, la isla tiene algo que ofrecer para todos los gustos. Podrás visitar diversos pueblos con una cultura parecida pero diferente, todos repletos de belleza y con una arquitectura que los caracteriza. Palma de Mallorca, Valldemossa, Sóller y Manacor son varios de las ciudades y pueblos que te encantarán y cautivarán. ¡No esperes más y ven a descubrirlo por ti mismo!

La gastronomía de Mallorca se caracteriza por ser muy variada. Algunos de los platos más típicos son el arròs brut, el frit o la sobrasada, que te conectan con la cocina de siempre, mientras que la ensaimada se gana el protagonismo a postre más icónico de la isla. Cada día de la semana puedes visitar un mercado diferente en algún pueblo mallorquín, donde encontrarás producto local, artesanal y de temporada. Además, si lo tuyo es comer bien y con vistas, tienes a tu alcance restaurantes frente al mar y terrazas escondidas en plena sierra. Visita Mallorca y saborea cada momento.

En Mallorca tienes la oportunidad de recorrer calas, montañas, explorar distintas cuevas y cascadas y también de disfrutar de tours organizados para conocer la cultura de la ciudad, así como pequeños pueblos de pescadores. Al mismo tiempo, puedes recorrer la isla en bici, visitar bodegas locales, bucear, hacer kayak o dar un paseo en catamarán para ver el atardecer más mágico que jamás hayas visto.

Si te apetece una escapada diferente, las islas de Cabrera y Dragonera son dos joyas preciosas escondidas muy cerca. Por un lado, Cabrera es un parque nacional de aguas turquesas y senderos salvajes, donde tendrás la sensación de estar en otro mundo. Mientras que Dragonera es una isla muy pequeña y mágica que te regala rutas fáciles, vistas increíbles y una desconexión total, donde, además, podrás vislumbrar a su lagartija endémica, una especie exclusiva de esta isla. Tanto Cabrera como Dragonera, están desprovistas de habitantes y, por tanto, son perfectas para un día de aventura, snorkel o relax rodeado de naturaleza silvestre. El paraíso está a solo un barco de distancia. ¿A qué esperas?